Después de que la vida me arruinara (a todo cerdo le llega su San Martin) y tener que volver al monte a vivir de recoger frutos secos, pude regresar.
Al volver de la prehistoria me encontré con una máquina (creo que la llaman Tablet; es como un pizarrín pero basta con el dedo para hacerla trabajar, por eso la llaman digital) que habían inventado los hombres, que me permite:
-mandar guasáp
-leer correo
-consultar la wikipedia, y
-ver la tele.
Desde ella puedo:
– llevar la agenda
– llamar por teléfono
– recibir mails
– navegar
– para leer la prensa
– para ir al banco
– para ir al cine
– para ir al concierto
– para ir a museos
– para ver la tele
– para ir a la biblioteca
Curiosa y útil máquina, aunque veo que se usa muy mal: los guasáp se escriben fatal, nadie cuida la redacción, es como si alguien al hablarte con la boca llena te lloviese todo de miguitas; el correo, que permite lo mismo pero de forma más seria, apenas se usa; la wikipedia apenas se conoce, pero las redes de cotilleos proliferan como setas; y en la tele, en vez de ver pelis y documentales, se ve fútbol y toros.
Pasó lo mismo con los otros dos inventos del ser humano: los coches y la tele. No aprendemos. Y es una pena.
Porque aprender é unha arte.